miércoles, 6 de febrero de 2008

Que el llanto se escuche

¿Qué hacemos aquí? A veces el cansancio agarrota mi razonar. ¿En qué siglo vivimos? Se me quedan los ojos pegados a las escenas a las que no me acostumbro. Los niños de la carretera apenas existen. Tapan con arena los socavones del asfalto y cuando pasan los todoterrenos alargan temerosos sus brazos. Si lo que reciben es treinta céntimos de euro se emocionan, ríen, y entre el polvo que deja el vehículo al alejarse, se les ve bailar de alegría a estos críos dueños de una fiesta que me acongoja.

Nada tienen los africanos, ni siquiera el conocimiento de que su condena es una condena. No es fechizería el dolor cuando aprieta un poco más. Tan sólo un poco más y los mata. Porque así es. Dormitan el agotamiento de su supervivencia al borde de una muerte que no será noticia. Una brisa los asesina. Apenas una diminuta bacteria. Y nadie se conmoverá fuera de la choza. Ninguna multinacional percibirá el más leve rasguño. A pesar de cometer tantos crímenes.

¿Cómo pueden sonreír entre la miseria estas personas vestidas con más colores que el arco iris? ¿De dónde sacan la fuerza para seguir un día y otro caminando sin calzado entre la ciénaga y el sufrimiento? No me acostumbro y no me quiero acostumbrar a pasar con la normalidad del día a día entre el niño que me pide, y la mujer que me mira con temor y el abuelo que se sorprende de haber llegado a mi edad en un país donde la gente muere a los treinta y ocho años.

¿Qué hacemos aquí? ¿Para qué ver la miseria desde tan cerca? ¿Desde dentro? Un día más es una conquista que se celebra con la existencia. ¿Quién? ¿qué es el responsable de que esto esté así? ¿Quién de que no haya esperanza de nada más? Los números, la macroeconomía, las estadísticas dan cuenta de mentiras fosilizadas en el estereotipo. Números que justifican teóricos proyectos de desarrollo ligados en realidad a intereses empresariales fabricantes de fármacos, o de deudas o de miedo. O a estructuras públicas corruptas y anquilosadas en la quietud y la obediencia internacional.

Ahí fuera, el norte sigue ajeno a este genocidio diario. Los muros son altos y la corriente eléctrica funciona en las alambradas aunque las aldeas se caigan con las lluvias y las epidemias.

Para el Fondo Monetario todo va bien. Los franceses toman partido en el Chad y Kenia se desangra lo suficientemente despacio como para mantener la buena salud de la industria de armamentos. Europa compite con China mientras la ignorancia criminal de los poderosos divide este continente en buenos y malos.
Ayer hubo disturbios en Maputo. El aumento del combustible y del precio del transporte público provocó protestas, asaltos, disturbios y algún muerto. Dentro de un mes subirá el pan. Mozambique no existe en las noticias internacionales. Como no existen los niños que tapan con arena los baches para conseguir treinta céntimos de euro. Aunque yo los haya visto.

África es un continente de gente como tú o como yo que sólo preocupa cuando no llora en silencio.

7 comentarios:

AK47 dijo...

Ya sabes como es esto, para abrir un informativo con áfrica... ha de haber más de doscientos muertos... o imágenes escabrosas. De lo contrario seguimos pegados babeando delante de la tele con el último "escándalo" del famoso de medio pelo de turno.

Ana dijo...

Nos dejas con el corazón abierto y la boca cerrada.

La gata que no esta triste y azul dijo...

Me llevo tu blog a mis favoritos, y con tu permiso si no tienes nada en contrario me gustaria escribir algo especial al menos para te lean.

LADY POMPIER dijo...

HACE UNOS INSTANTES LEI UN E-MAIL QUE ME ENVIARON QUE HABLABA SOBRE LA SITUACION DE HAMBRE EN AFRICA, LAS IMAGENES TE DEJAN FRIO, Y TE INVITAN A CONCIENTIZAR, TU ARTICULO HOY CASUALMENTE VINO A COMPLEMENTAR MI MEDITACION CON RESPECTO A ESTO.
OBSERVE MI DESAYUNO Y EL AMBIENTE QUE ME RODEA EN MI PAIS DE LA ETERNA PRIMAVERA Y SUSPIRE.....

Umma1 dijo...

Hace ya unos años, que con mi marido observamos la ausencia de noticias sobre África.
(Vivo en Argentina)

África ha desaparecido, un continente perdido o escondido. Creo, mejor, lo segundo.

Llego a tu blog, por recomendación de Mahaya y me voy fuertemente impresionada.

Con tu permiso, voy a recomendarle a algunos amigos que te lean. Hay mucha gente preocupada por la situación de esas personas, desde luego, ninguna cena con los miembros del fondo.

Mis saludos

SAFIRO dijo...

Me invita UMMA a conocerte, me quedo sumamente impresionada por tus narraciones, se imagina, se supone...pero poco se sabe.

Es doloroso, mucho, por que estamos hablando de niños, de personas...ignoradas, abandonadas.

Uno se pregunta ¿cómo es posible?...¿porque tanta indiferencia?...¿porqué tanto silencio?...¿dónde miran los organismos internacionales?...

Tu presencia y tu mirada son importantes, este blog es importante y merece ser difundido.

Recibe un fuerte abrazo

Irma

Armando Lara dijo...

Puedo decir con conocimiento de causa que son los gobiernos africanos los que provocan muchas de estas situaciones; concretamente el gobierno de Mozambique está corrupto en todas sus instancias, ya lo dijo el anterior presidente, Chissano: "Que cada cabra coma dónde esté amarrada" (queriendo decir que cada funcionario acepte sobornos pero sólo en su departamento, no en el de los demás).
Digo todo esto porque he tenido que "sobornar" varias veces a funcionarios mozambiqueños, en parte para agilizar las cosas y en parte para ayudarlos ya que los sueldos que cobran son de auténtica miseria comparado con los nuestros aquí en España.
Me cosnta que cada vez que hay una catástrofe natural los dirigentes se frotan las manos porque saben que habrá mucha ayuda internacional y que ellos se llevarán la mayor tajada del pastel. Por ejemplo, los zapatos que en España se donan para ayuda a los países pobres, cuando llegan aquí a Mozambique, los dirigentes en vez de repartirlos entre los necesitados, los venden a pequeños comerciantes que a su vez los revenden en los mercados populares; así que no sería de extrañar que unos zapatos que regalaste unos meses atrás ahora los veas en un mercado de Mozambique y que además tengas que pagar por ellos.
En fin, quiero dedir con todo esto que África seguirá así durante muchos años porque a los mismos dirigentes no les interesa que esto cambie, la incultura y miseria de sus habitantes es lo que más les interesa; desgraciadamente es así.
Por otro lado la felicidad y buen ánimo que las personas irradian en Mozambique son normales si pensamos que su horizonte de futuro se limita al día en el que viven, el futuro para ellos no tiene la misma dimensión que tiene para nosotros ... A veces les envidio, ojalá pudiera disfrutar cada día como ellos lo hacen y no pensar en más allá.