Los árabes llegaron en el año 900. Seis siglos más tarde, los colonos portugueses los expulsaron y se hicieron dueños de lo que tampoco era suyo. Nos encontramos es uno de los lugares más legendarios del norte del país. Punto donde convergieron navegantes chinos, hindús, europeos, árabes. Fue capital del país antes que Lourenço Marques, la posterior Maputo. Ilha Moçambique es una isla de 400 metros de ancho por cuatro kilómetros de largo. Está unida al continente por un curioso y estrechísimo puente de tres kilómetros. A nuestra llegada, un atardecer de lujo anaranjaba y enrrojecía el cielo. El mismo que vemos Oscar y yo.
El entorno es de una belleza difícil de adjetivar. Playas vírgenes que se visitan con los dhow, los barcos de vela más hermosos del mundo. Rincones mágicos para el submarinismo. Aguas tan trasparentes como el oxígeno.
El entorno es de una belleza difícil de adjetivar. Playas vírgenes que se visitan con los dhow, los barcos de vela más hermosos del mundo. Rincones mágicos para el submarinismo. Aguas tan trasparentes como el oxígeno.
La ciudad, ¿cómo lo diría? Es un decorado de postguerra. Su arquitectura da muestra de una prolongada presencia colonial. Una localidad de edificios decadentes, desgastados, carcomidos. Dentro de sus paredes de piedra hay supervivientes alrededor de pequeñas hogueras. No se escuchan ráfagas ni cañonazos. Las bombas del tiempo son silenciosas. Ahí está el hospital más importante que tuvo África. Hoy, entre sus columnas enmohecidas y paredes sin restaurar dormitan los enfermos a la espera cualquier milagro.
Nos alojamos en la posada Casa Gabriel, un arquitecto italiano que lleva casi una década aquí. Uno de esos curiosos seres que es capaz de convivir a un palmo de la miseria y dormir a pierna suelta. Pero un tipo simpático y acogedor. Su pensión nos reconforta después de seis horas de viaje desde Pemba. Se encuentra a diez metros de la Mezquita. Su ulema nos recordó a las cuatro de la mañana a través de los altavoces que Dios es Grande. Ahora que el papa católico acaba de decir que el infierno existe y es un lugar físico, no me atrevo a cuestionar asuntos de tamaño.
Nos alojamos en la posada Casa Gabriel, un arquitecto italiano que lleva casi una década aquí. Uno de esos curiosos seres que es capaz de convivir a un palmo de la miseria y dormir a pierna suelta. Pero un tipo simpático y acogedor. Su pensión nos reconforta después de seis horas de viaje desde Pemba. Se encuentra a diez metros de la Mezquita. Su ulema nos recordó a las cuatro de la mañana a través de los altavoces que Dios es Grande. Ahora que el papa católico acaba de decir que el infierno existe y es un lugar físico, no me atrevo a cuestionar asuntos de tamaño.
Al día siguiente alquilamos un dhow. La tripulación la componían Mamude (el relaciones públicas), Zè (el capitán de 19 años que sólo hablaba cuando era necesario que el pasaje nos sentáramos a un lado o al otro de la embarcación para facilitar las maniobras), Salufa (el segundo a bordo) y Yusuf (un simpático marinero principiante). Los pasajeros éramos Viola, Fer, Edna y un servidor. Fuimos primero a Carrusca. Una playa con una piscina natural entre rocas. He de reconocer que soy un soberano miedoso con el agua. Sin embargo, esta vez, me puse las gafas de bucear y nadé entre peces de los colores más hermosos. Me encantó la experiencia. Volvimos al dhow y fuimos a Varanda, otra playa donde un restaurante nos invitó a sentamos a comer. Cuando llevábamos más de una hora y varias cervezas esperando al pescado, le dijimos al camarero que teníamos algo de prisa, ya que la marea bajaba y nuestra embarcación debía de salir. “Aún no han empezado a hacer lo de ustedes” fue la respuesta. Un turista con prisa y quince días de vacaciones hubiera montado un follón de campeonato. Nosotros, en nuestro proceso de adaptación nos fuimos con el estómago triste y la cabeza alegre por las cervezas. Tuvimos que caminar largo rato entre los manglares ya que la embarcación había debido retirarse a la par que la marea. Teníamos el viento en contra, pero la pericia de nuestra tripulación consiguió regresar al puerto de Ilha a punto de anochecer.
Al desembarcar nos esperaba Dominão, un jovencito de diez años. “Quiero que me regale unas sandalias” me dijo. Miré sus pies descalzos. Obviando toda reflexión acaté su requerimiento.
Nos acercamos al jardín de la memoria. Un patio financiado por la UNESCO que recuerda que este lugar fue uno de los principales puertos de tráfico de esclavos. Una placa cuenta que “…centenas de milhares de mulheres, de crianças e de homens transitaram pela Ilha. Eles eram armenazados, vendidos e depois levados à várias partes do mundo, como às Ilhas do Océano Índico, América do Sul e do Norte…”. Antes, este “viaje” era obligatorio. Ahora la migración está criminalizada. Especialmente en los países que practicaron la esclavitud.
Esa noche caminé entre las calles silenciosas. Multitud de personas dormían sobre esterillas en el suelo, a las entradas de las casas, junto al hospital, en las esquinas sin alumbrar. Mi corazón iba encogido. No me quise hacer más preguntas y me fui a dormir.
Estábamos en uno de los lugares más hermosos del norte de Mozambique. Destino turístico. Historia viva. Donde ese Dios tan Grande hace tiempo que no viene.
11 comentarios:
A veces creo que Dios mas que grande es ciego, o se fue de viaje de ver que uno de sus embajadores, como el Papa hace una sandez detras de otra, y ni siquiera tolera -casi una condescendencia- que haya otras religiones: tiene que pedir si o si que se conviertan a la de el, o necesita mas financiamiento. Pero de gente desheredada hasta de la esperanza, no se mete ni mueve un dedo, y con su pasado dudosamente teñido color SS lo mas seguro es que no le importe la gente de color . Lo unico que no discrimina se me hace es en el color de los billetes.
Dira que soy una desagradecida pues va a pedir por mi conversion.
"Los árabes llegaron en el año 900. Seis siglos más tarde, los colonos portugueses los expulsaron y se hicieron dueños de lo que tampoco era suyo."
Esa es la historia de nunca acabar. Adueñarse de lo que no le pertenece.
Es triste escuchar a un niño pedir sandalias, uno actúa sin pensarlo mucho, aunque muchas veces estos niños son enviados por los mayores, para luego vender lo que obtienen.
Dios es todo aquel que pueda ayudar, como lo has hecho.
Saludos,
P.D. Llego aquí gracias a una recomendación que me hizo mi querida hermana Umma.
Ciao
Hay Karlos , tanta gente que solo habla y ustedes HACEN!
Siempre me cuestiono el porque si existe Dios, solo mira para el occidente (y justo hoy me lo cuestionaba)y no mira el Africa o Asia,soy de Argentina y según algunos del tercer mundo , quien es capa de "calificar",o "cuantificar". Soy médica y no hace mucho descubrí "Médicos sin frontera", mande un curriculum, pero ya estoy un poco grande parece y nunca me llamaron,hubiera ido con gusto,aunque acá también la medicina es para "algunos privilegiados", así que hago lo que puedo en mi país. Bueno leyendo tantos blogs superfluos encontrar este realmente me alegro mucho,y no se como felicitarte por lo que hacen vos y tu mujer , solo les envío un abrazo enorme y voy a seguir su estadía a trabes del blog!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
UMMA1
http://enlabusquedadeavalon.blogspot.com/
ME DIJO
"Date una vuelta por esta dirección Adal, te va a gustar
http://mozambiqueando.blogspot.com"
...Y REALMENTE ME GUSTÒ!
ES UN CACHETAZO
PARA LOS QUE VEMOS SOLO HASTA LA PUNTA DE LA NARIZ.
AL LEER
EL ESPÌRITU SE VA DESCUARTIZANDO CON LA PALABRA ESCRITA.
CONTINUAR
NO CALLAR!!!
SIEMPPRE SE DESPERTARAN CONCIENCIAS!
UN SALUDO DESDE BUENOS AIRES
ADAL
Vengo de un paseo por el blog ...que deja huellas, Indeleble
Tu blog también deja huellas muy profundas, de alguna manera pienso que todos contribuimos a lo que pasa allá, escondemos la cabeza ante los horrores,porque pensamos que así desaparecen. Lo que no creo que sea problema de Dios, somos nosotros los humanos,los del problema y los de la solución
UN GRAN ABRAZO
Dios, no se si mira para otra parte. El que no mira desde luego es el hombre. El que ni quiere ver, ni saber siquiera es el hombre...
De verdad me cuesta trabajo mirarme al espejo.
Me recomendó tu blog Mahaya.
Enhorabuena. Hacen falta blogs así.
Te he linkeado.
Un abrazo muy fuerte.
Dios tan grande o el hombre muy chico para no hacer nada???
Hace muy poco hice un posteo con referente a este y a varios lugares olvidados.El hombre es el enemigo del hombre, culpar a un ser sobrenatural, me parece tal vez lavarme las manos, yo soy parte de este mundo y aunque no pueda cambiar la realidad de todos estos lugares, tengo el compromiso de hacer lo posible en el lugar donde estoy, no sólo el hambre mata,y no se ofenda,la ignorancia también. sé lo que es no es tener para comer, sé lo que se siente por no tener nada, pero esto no se compara con lo que padece esta gente.Ud que está cerca de ellos, aunque sea saqueles una sonrisa!Un gusto y un excelente post!
Hola,
llegué a este blog recomendado por Indeleble_Ali también y me gustó mucho.
Leerte dan ganas de ir y aportar con granitos de arena también.
Es muy injusta la vida no?
Hay cosas que nunca entenderé, pero para ti, humildemente, muchas gracias desde aquí, Chile, por lo que estás haciendo allá.
Un abrazo fraternal,
lei a umma y llegue aqui,una emoción de las q hace mucho no sentía movilizó mi espiritú,me quedo leyendote pausadamente,creer en gente como vos es darle sentido a la vida.
No se trata de Dios, sino de nosotros ver como dar una mano.
Sólo se me ocurre que reclamando a los gobiernos el cambio de actitud.
Publicar un comentario